Cristóbal Colón, durante su segundo viaje a América, la encontró y la bautizó en honor a la hija de la Reina Isabel de Castilla. También conocida como Isla Ikiita o Labanea por los indígenas locales, forma parte del trío de islas adyacentes del sureste de la República Dominicana junto a Saona y Catalinita, siendo Saona la única habitada.
A lo largo de los años, la Isla Catalina ha sido refugio de piratas y corsarios desde 1520 hasta la década de 1720, quienes atacaban los barcos españoles que transitaban la zona. Entre estas historias, destaca la del Capitán Kidd, un marino británico ejecutado por piratería en 1701. En 2007, arqueólogos de la Universidad de Indiana descubrieron los restos de su embarcación, el Quedagh Merchant, sumergidos cerca de la costa de la isla.
La Isla Catalina es un verdadero tesoro en República Dominicana, especialmente para aquellos que buscan experiencias submarinas. El Museo Viviente del Mar y el naufragio del Capitán Kidd a 21 metros de profundidad son imperdibles. Además, la Pared de Catalina, un impresionante muro sumergido de más de cien metros, ofrece un ecosistema submarino único con coloridos corales y vida marina.
El Acuario, con once metros de profundidad, es otro atractivo para los amantes del buceo. Sus enormes tapices de formaciones de coral vivo conviven con especies endémicas como los peces león y sapo, brindando una experiencia mágica.
Para aquellos que prefieren mantenerse en tierra firme, la Isla Catalina ofrece paisajes impresionantes con formaciones rocosas como la Cabeza de Morgan, playas de arena fina y exuberante vegetación.
Los amantes de la pesca encontrarán emocionantes oportunidades en las aguas de este paraíso. Mientras tanto, aquellos que buscan relajarse pueden disfrutar de la fina arena blanca después de un refrescante baño.
La fauna terrestre, predominantemente endémica, incluye especies como ranas, tortugas terrestres, serpientes, saurios, aves, tortugas marinas y algunos mamíferos. Bajo el agua, una diversidad de peces, desde caballitos de mar hasta peces mariposas, crea un espectáculo multicolor.
La flora de la isla, caracterizada por un bosque seco tropical, incluye árboles como chaparro, resbalamano y olivo. Además, árboles de mango, cocoteros y palmas, como la pactá, especie endémica, forman parte del ecosistema. En las profundidades marinas, los arrecifes de coral completan el idílico jardín de la Isla Catalina.